15/5/13

Si può fare

- Dirección: Giulio Manfredonia
- Guión: Giulio Manfredonia y Fabio Bonifacci

- Reparto: Claudio Bisio, Anita Caprioli, Andrea Bosca,
   Giovanni Calcagno, Giuseppe Battiston, Giorgio Colangeli,
   Pietro Ragusa, Michele De Virgilio, Andrea Gattinoti,
   Carlo Giuseppe Gabardini, Natascia Macchniz,
   Daniela Piperno, Franco Pistoni, Franco Ravera,
   Maria Rosaria Russo, Bebo Storti, Rosa Pianeta

- Duración: 110min
- País: Italia
- Año: 2008

- Te gustará si lo hizo... Forrest Gump (1994)

- Valoración:


Nello (Claudio Bisio) acaba de perder su puesto de trabajo, tras lo cual decide, por necesidad, hacerse cargo como director de una cooperativa que aglutina a una decena de enfermos mentales bajo la supervisión del doctor Del Vecchio (Giorgio Colangeli) que no tienen mayor motivación que hacer que los días pasen sin sacar ningún tipo de rédito ni personal  ni productivo, ya que se dedican exclusiva y abúlicamente a pegar sellos en sobres. La llegada de Nello supone un giro radical. Él que es un hombre de izquierdas demasiado rancio para su antiguo jefe y las normas del empresariado moderno y demasiado moderno para las estructuras rancias de su partido, decide organizar la cooperativa de modo asaemblario y tratar a los enfermos de tú a tú, otorgándoles una capacidad decisoria que empezará por dilucidar entre todos qué tipo de trabajo pueden llevar a cabo para sentirse útiles, productivos y, por ende, que puedan ganar más dinero del que ganan al entrar de lleno en el mercado. 

Finalmente, deciden decicarse a la fabricación e instalación de parquet, una tarea disparatada que tras un inicio desolador e insostenible, se verá fuertemente impulsada por el tesón de Nello y por la creatividad de Luca (Giovanni Calcagno) y Gigio (Andrea Bosca), dos de los enfermos más creativos e independientes. Con sus métodos humanos, compresivos y tan imaginativos como la propia película, Nello transportará la ilusión a los miembros de su cooperativa. Una ilusión, por otro lado, que echa en falta su pareja Sara (Anita Caprioli), que ve cómo Nello se preocupa mil veces más de llevar a lo más alto su aparentemente alocado proyecto que de ella misma y de sus propios éxitos, en el marco de una relación que parece desmoronarse, aunque esta historia pase un poco de soslayo. Nello llegará a desmarcarse de la tutela médica de Del Vecchio y de sus métodos psicólogicos antiguos basados en una fuerte medicación, para trasladar a los enfermos a un piso alquilado por ellos mismos, reducir sus dosis de medicamentos y dotarles, con el sí se puede como estandarte, de una mayor libertad, no exenta de los problemas y las tragedias de la realidad más palmaria, ni tampoco del amor, de los deseos y ambiciones y de la propia muerte.

Si può fare es una buena comedia dramática pese a que pueda apreciarse aparentemente como una comedia ligera de un cierto pero superficial poso humano y cargada de clichés fáciles, en parte por su cartel o por su tráiler amables y un tanto livianos. No obstante, no te dejes engañar por las apariencias porque Si può fare es y encierra mucho más que eso, dando cobijo a emociones, a humanidad, a carcajadas y sonrisas humanas nada maniqueas ni simplonas. En ella subyace, asimismo, un mensaje de lucha, de coraje, de obstinación (que no de optimismo estúpido e inmotivado) en la piel de un puñado de locuelos personajes que resultan totalmente creíbles, cada uno con su demencia particular y sus mil y una extravagancias que pasan desde creer ser un asalariado de los ovnis, un fan de las carreras que se hace llamar Nikki Lauda, hasta una pelirroja con pretensiones de femme fatale y un autista incapaz de mediar palabra pero con dotes de liderazgo, entre otros. Pero no son sólo eso, son seres humanos con inquietudes, con aspiraciones, con sueños que anhelar cada día y por cumplir. La película se aleja de la dulzura misericorde y caritativa para situar a este grupo de enfermos psíquicos en una atmósfera de esperanza, de cambio, que supondrá, al mismo tiempo que algo maravilloso, una realidad muy dura de saber encajar para ellos y también para Nello, que ha querido olvidarse de quienes son y de cómo son vistos para y por el resto del mundo.

Los personajes atípicos y curiosos son la esencia de este film repleto de tintes cómicos sagaces y divertidos, casi más delirantes que los propios protagonistas en alguna ocasión. Partiendo de preceptos imaginativos, casi tanto como los de la propia trama fílmica de la película, Si può fare es un título alegre, vitalista-realista, que no deja de lado, acertadamente, la presencia inevitable del drama humano, de la dificultad y de la tragedia. No es una obra virtuosa ni mucho menos pero sí, una cinta visceral y alocadamente humana y entrañable. Pese a un nudo de la historia en su parte central un tanto inocente e ilusorio, en nuestra opinión, su desenlace vuelve a casar con su pretensión más alejada del ternurismo y hace bien, no en vano, su tesis está basada en los casos reales acontecidos en Italia tras el cierre de los manicomios donde algunos de estos pacientes pasaron a formar parte de cooperativas de  trabajadores, aunque frecuentemente desaprovechadas en sus tareas como era esta misma antes de la llegada de Nello, en unos años 80 de gran auge cooperativista en el país transalpino en todas las áreas.

Si può fare se cierra con un desenlace, como decimos, que da de lleno con las trabas y vicisitudes de la vida fuera de las cuatro paredes del sanatorio y los obstáculos de la libertad para un puñado de hombres y mujeres enfermos, con tanta ansiedad como ilusión pero que por mucho que se esfuercen por encajar siempre serán vistos por algunos de forma diferente y que, lamentablemente, estarán condicionados por sus respectivas demencias. Y he ahí la crítica feroz de la cinta. Sin embargo, el poso y el regusto que nos deja es, al menos, un resquicio esperanzador, positivo, de haber logrado encontrar con la figura de ese hombre cabezón que siempre creyó en ellos, mucha más vida de la que jamás habrían podido ni siquiera imaginar. Una película muy en la línea de grandes éxitos recientes como Intocable (2011) o Las Sesiones (2012), aunque, inexplicablemente, no tuvo ninguna trascendencia europea ni internacional. Una mezcla digna y original en planteamiento con toques entre un Forrest Gump (1994) grupal y sin cajas de bombones, y un Los Chicos del Coro (2004) sin niños cantores.

                            
                                                   Tráiler (en italiano)

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